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Hoy inauguramos una nueva sección en el blog: Familia de cuento. Suena bien, ¿verdad? Os comento de qué se trata porque arrancamos con ella hoy mismito.
Sois muchos los que cada semana me preguntáis acerca del proceso de creación de un libro. Tenéis dudas sobre quiénes están detrás de cada trabajo y sobre cuáles son las funciones de cada uno. Por eso, cada mes destriparemos el papel y la función de cada uno de ellos: escritor, ilustrador, editor, imprenta, traductor… Además, cada entrada del blog vendrá acompañada por una entrevista de 7 preguntas a alguien que realice esa labor. ¿Empezamos?
EL PAPEL DEL ESCRITOR/A
Aunque cada libro es un mundo, por lo general las historias suelen comenzar en la mente del escritor, quien tiene la función de plasmarlas en palabras para comenzar a darles alas. ¿Por qué digo “por lo general”? Bueno, como en todo, siempre hay excepciones. En ocasiones hay libros sin texto, cuyos creadores son únicamente los ilustradores. En otras, son historias que se crean por encargo, donde el editor te da una idea sobre lo que le gustaría que escribieras. Pero bueno, como comentaba, lo general es que la historia que se va a convertir en libro surja única y exclusivamente en la cabeza del escritor/a.
Al contrario de lo que solemos pensar, no siempre existen las musas, esas que creemos que suelen aparecer de la nada para traernos ideas que dejar por escrito. En la mayoría de los casos hay algo externo, alguna vivencia que te hace encender la bombillita. A veces basta con escuchar una palabra para pensar “¡Eh! ¿Puedo sacar algo de ahí?”. Ese es tan solo el comienzo al que le siguen horas y horas de darle vueltas en el coco hasta que te sientas delante del ordenador a plasmarlo. ¡Ojo! A veces cuesta horrores que por escrito quede tal y como tú lo tienes en mente.
Tras dar infinidad de vueltas al manuscrito, leerlo y releerlo, modificarlo y mejorarlo una y otra vez, te armas de valor y te planteas si quieres enviarlo a alguna editorial. En ocasiones necesitas un tiempo para valorar este punto porque lo sientes tan tuyo que da cosilla compartirlo con el mundo, pero si de verdad crees en su (y tu) potencial, es solo cuestión de tiempo que vayas a intentar por todos los medios que vea la luz, bien sea por ilusión propia, por querer ayudar a alguien que esté pasando por la situación que te hizo escribirlo… Los motivos son infinitos.
Pero el papel del escritor y de la escritora no termina cuando una editorial te dice que sí. Tras la respuesta positiva comienza (o debería comenzar) un trabajo exhaustivo y compartido entre todas las partes donde el único objetivo es el bien del libro. Al estar hablando de literatura infantil, es el momento de dar color a la historia, de corregirlo para que quede totalmente comprensible para el público al que va dirigido, de volver a darle vueltas hasta que queda perfecto ante los ojos de todas las partes sin que pierda ni un poquito de la esencia que le había otorgado el escritor/a… ¡Justo ahí, empieza la magia!
ENTREVISTA A SUSANNA ISERN
No os podéis imaginar la emoción que sentí cuando Susanna Isern, mi autora favorita de infantil, me dijo que le encantaría ser la primera en formar parte de esta Familia de cuento. Lo pienso y todavía se me ponen los pelos de punta. ¡Emoción pura!
El primer libro suyo que leí fue El momento perfecto. Quienes lo conozcáis sabréis por qué me marcó tanto. Es un canto al “todo pasa por algo” que rige mi vida, donde se nos hace ver que todo lo que vivimos tiene un sentido, aunque en el momento no se lo veamos. Puedo decir que leer ese libro fue lo que me hizo querer seguir conociendo el mundo de la literatura infantil, así que puede que a ella le deba parte de todo lo que soy y de lo que tengo ahora mismo en mi vida. De otra forma, ¿me hubiera decidido a escribir libros infantiles?, ¿tendría mi propia librería en mi ciudad? ¡Quién sabe!
Bueno, para quienes no la conozcáis (que no seréis muchos), Susanna Isern es psicóloga y escritora de literatura infantil. A sus espaldas cuenta ya con varias decenas de títulos que se han traducido a infinidad de idiomas. De hecho, me ha encantado ver en su último libro (Mapa para educar niños felices, que, por cierto, está orientado a mamás y papás) que ya reúne más de 500.000 lectores en todo el mundo. ¡Qué maravilla! Cuántos peques y mayores invadidos por su magia. Si no habéis leído nada suyo, de verdad, no dejéis de disfrutar cualquiera de sus libros porque son tremendamente geniales. Es más, es una de mis escritoras de cabecera porque con ella siento que, escriba el libro que escriba, nunca me defrauda y es un acierto seguro. Infantil, juvenil y, ahora, también de adulto. ¡Es una crack!
Y bueno, tras esta presentación, aquí llegan sus respuestas a mis siete preguntas. ¡Qué nervios!
1. ¿Por qué escritora? Porque me apasiona inventar y escribir historias. Porque me levanto por la mañana con ganas de sentarme a trabajar y he conseguido hacer de mi pasión mi medio de vida.
2. ¿Cómo decidiste empezar? ¿Fue algo que surgió o te lo marcaste como propósito? Surgió. Me gusta escribir desde niña, pero nunca se me ocurrió que ser escritora fuera una opción, quizá si hubiera podido disfrutar de algún encuentro de autor como los que yo realizo hoy en día en colegios, se me hubiera encendido la bombilla, pero no fue así. Estudié psicología y cuando acabé la carrera y el master y comencé a trabajar con niños, me lancé a escribir cuentos para ellos. Así empezó a tomar forma la idea de publicarlos.
3. ¿Qué es lo que te motiva a escribir? ¿Y tu principal fuente de inspiración? Hay un motor interior que nunca se para, que necesita sentarse a crear. Es como comer y beber, el cuerpo lo pide. Mi principal inspiración son mis tres hijos. Ellos me dan grandes ideas y además son mis mayores críticos. Sin ellos no sería la misma escritora.
4. Antes de ser escritora, ¿te imaginabas que el mundillo de la escritura era como realmente es? Me refiero al compañerismo, a los tiempos de espera, a la cantidad de horas de trabajo que hay detrás de cada libro… No, supongo que todos vamos aprendiendo el funcionamiento cuando nos vemos con un texto en las manos que queremos mover y, más tarde, cuando una editorial decide apostar por tu trabajo. Todo es nuevo y apasionante. Por otro lado, una de las cosas más gratificantes son los buenos amigos que he encontrado gracias a la LIJ.
5. ¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de esta profesión? Lo que más me gusta es sentarme a escribir y los encuentros con los pequeños lectores. También que me cuenten anécdotas con mis libros o recibir mensajes bonitos, que he de decir que son muchísimos. Lo que menos es el papeleo, los contratos, las facturas, los correos electrónicos, en ocasiones el tiempo que llevan las redes sociales…
6. Pregunta complicada. Si solo pudieras quedarte con uno de tus libros, ¿cuál sería y por qué? Lo siento, no puedo contestar a eso. Ni parándome a pensarlo un buen rato soy capaz de decantarme por uno. No todos son igual de especiales, pero especiales los hay muchos.
7. ¿Qué consejo le darías a alguien que está empezando en esto? Que luche por sus sueños y que siga trabajando duro. Que lea mucho e investigue líneas editoriales. Que no se conforme con lo que ha escrito en un primer momento, que busque siempre mejorar, porque escribir para niños es una gran responsabilidad. Ellos se merecen que demos lo mejor de nosotros mismos.
¿Alguien por aquí que haya terminado esta ronda de preguntas sin sentir los pelos de punta? Qué bonito todo lo que Susanna nos ha contado, ¿verdad? Yo, personalmente, me quedo con ese motor interno del que nos habla, con la imposibilidad de decantarse por uno de sus títulos y con el espíritu de mejora que hemos de llevar dentro cuando se trata de trabajar para niños.
Por otra parte, creo que merece especial atención y reconocimiento esa parte donde nos cuenta que de pequeña no sabía que podía ser escritora porque nadie le había hablado de esa posibilidad. En esa parte, creo que nos podemos sentir especialmente orgullosos por el papel que está tomando la literatura infantil en los últimos años, pero yo siempre diré que también pertenecí a ese grupo de estudiantes en los que se intentaba fomentar la lectura a través de la obligación, donde no se veían sus beneficios sino la costumbre. Ahora tenemos en nuestras manos las herramientas necesarias para hacerlo bien, para motivar a nuestros peques y saber que siempre podrán ser todo lo que quieran, incluso creadores de historias. Hoy, Susanna Isern, nos ha enseñado que los sueños están para cumplirse.
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